El laico cristiano, el laico católico, tiene también esta misión dentro de su misión, la de enseñar. Misión de enseñar que la tiene en unión con el Magisterio. La verdad de Cristo, la verdad de la fe, la verdad del Evangelio, ha sido confiada a la Iglesia, y es el Magisterio el que la enseña, la transmite, la custodia de una manera particular. El laico cristiano enseña en unión con el Magisterio, en unión con el Magisterio que es la Tradición de la Iglesia, es decir, esa trasmisión del mensaje de Cristo, que es la verdad del Evangelio.
Las opiniones privadas de los que pertenecen al Magisterio, sean sacerdotes, sean obispos, no son magisterio, por más que a veces son las que hacen más ruido y las que más les interesan a los diarios; pero eso no es Magisterio. Lo que pueden ser opiniones privadas sobre temas perfectamente discutibles, por más que sean de obispos o cardenales, eso no es Magisterio de la Iglesia.
Otro si digo: Los laicos católicos deben enseñar a la luz del Magisterio y no a la luz de los caprichos u opiniones personales de otros laicos, sacerdotes, obispos o cardenales. ("Tu reinarás", p. 49-50)
Las opiniones privadas de los que pertenecen al Magisterio, sean sacerdotes, sean obispos, no son magisterio, por más que a veces son las que hacen más ruido y las que más les interesan a los diarios; pero eso no es Magisterio. Lo que pueden ser opiniones privadas sobre temas perfectamente discutibles, por más que sean de obispos o cardenales, eso no es Magisterio de la Iglesia.
Otro si digo: Los laicos católicos deben enseñar a la luz del Magisterio y no a la luz de los caprichos u opiniones personales de otros laicos, sacerdotes, obispos o cardenales. ("Tu reinarás", p. 49-50)
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