miércoles, 5 de noviembre de 2014

El combate de la verdad

La verdad une, pero la verdad divide. La verdad une a los que son de la verdad, a los que reciben la verdad, a los que reconocen la verdad. Pero la verdad divide. Divide porque quienes no reconocen la verdad, la rechazan, la enfrentan. Entonces la verdad llama a la unidad, pero provoca división porque hay quienes nio quieren aceptarla.
¡CUIDADO CON UNA VERDAD QUE NO ES COMBATIVA! . Por eso a veces a la verdad se la diluye, se la disfraza, se la envuelve, se la empaqueta, se la presenta de tal manera que al final no aparece como verdad. Esa verdad, así claro, no divide. Pero tampoco vale la pena.
Una verdad que no despierta resistencia, una verdad que no despierta odio, una verdad que no es atacada, tampoco despierta entusiamo, tampoco convence a nadie, tampoco hace que nadie sea capaz de jugarse por esa verdad.
Muchas veces he señalado que la gran tentación de este tiempo es evitar la cruz, es querer presentar un cristianismo a gusto de los hombres. Fácil, un cristianismo falcificado como vino con mucha agua. Y una de las formas de querer evitar la cruz, dejar de lado la cruz, el escándalo de la cruz, es precisamente presentar un cristianismo sin lucha, sin combate. (Tu Reinarás. Espiritualidad del laico, págs. 59,60)
Otro si digo: Milicia es la vida del hombre sobre la tierra, contra malicia, MILICIA.

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